martes, 8 de julio de 2008

LOS ZAPATOS DE LA MUERTE... Primer libro de poemas



Dedicatoria



Según concibo las cosas, y en ejercicio de mi derecho a través de este vehiculo, deseo dedicar las paginas de este libro a quienes en silencio esperan por el, y por los que me conocen y han sugerido su publicación.
Vaya para ellos mi afecto fraternal y que disfruten el encuentro, sea este un acontecimiento que les acerque un poco más a la naturaleza de las cosas que todo ser humano está llamado a vivir en algún momento de su historia particular en este viaje terrestre...



Agradecimientos




A todos los adeptos en el “Amor”, que en su cordura, han permitido que éste modo de ser mío constate en la relación Espíritu-Materia, el verdadero Ente generador en su trabajo creador en este sistema.

Maht


Introducción


En la presente edición he pretendido sintetizar en una serie de poemas, el impulso atesorado de cierta energía y fuerza por esta vestidura pasajera, en nave sideral también itinerante llamada tierra.

Las experiencias planteadas en los versos, son una realidad parcial en este plano, y puede ser percibida solo gracias a un trabajo de investigación seria, por cualquier ser humano que se lo proponga. Y si bien las imágenes no son transferibles como estado de conciencia a quienes lean esta selección, no cabe duda que es un instrumento más, para el despertar de nuevas vías de desarrollo en todos aquellos que estén pasando, una etapa de cambios que altera su acontecer acostumbrado.

Existe indestructible unidad en el texto, y servirá seguramente, entre otras cosas, como hilo conductor de crédito y descrédito por aquellos aferrados a viejos dogmas con los cuales se encadena el pensamiento y sentimiento humano.

Tomo, lo último descrito, como una necesidad de la creación, sin importar el resultado o aceptación de lo planteado, ya que la dualidad es para mi, en realidad el vehiculo de manifestación del Ser y Hacer en este globo, y en la comprensión de su naturaleza, esta el paso a una más completa realización del individuo.

Maht






I




Hambrienta en el camino mi vida abre sus labios,

Y como se allegan roces…


De tantas formas los besos degusta,

cuando el silencio acuña sus sombras

que con sencillez del niño que juega en remolinos,

dejo al viento lleve mis palabras…


Fue la infancia como una selva,

un enjambre de ilusiones desatadas,

dolores y sonrisas,

incauto en las circunstancias,

que en apariencia la vida regala…


¡Así, avanza el destino en la invisible guadaña del misterio!




II




El sino junto las ansias


¡Ambulante abismo, todo un encuentro!


Sin saber el porque del nombre

corrí por las calles de la muerte,

en vorágine de espejismos…


Y de mis amigos que no existen


Diré;


Como les Amo,

ustedes mis caricias alocadas,

sentido oculto,

mis sienes quemadas…


Y en las cenizas el Alma compungida, liberada…




III




¡Vida!


En la comisura de tu boca

brillan las estrellas,

y los dientes en cielo nebuloso

mastican las sombras…


Y en estos ojos moros

tejidos de historia,

iridiscente suma total de un añejo

del ahora futuro presente que reboza.


¡Tabernáculo que fenece por tiempos es mi credo!


¿Qué hombre en mi mora, si en él habita la hembra que devora?




IV




He de seguir senda invisible,

su canto silente,

cual llanto sonoro de un huérfano terrestre…


Adherido en la agonía de la estirpe,

en pequeña muerte de tu pecho,

arrebaté la vida en goce por tus cimas,

naturalmente…


Caí… Caí… Caí,

en la bruma del saber;


¡Sol Cristhos!


Más allá de la rosa de los vientos


Caí… Caí… Caí,

en el encanto de la luz;


Soy

creador en tinieblas encantadas

de la nada,

Dios




V




Tu bien, en siete estancias mi mal,

en siete apariencias tu mal, mi bien;


¿Quien duda?


¡Al espacio que miraba, pregunté!


El viento reía,

y sensuales nubes desvestía

sin ningún recato,

presurosas éstas,

montadas una sobre otra,

fundíanse a plena luz del día,

en el amor yacían…


Solsticios,

plenilunios,

sicigias,

en pómulos blancos montañosos

formando rostros…


¡Faces todas de lo luminoso!



Que vitalidad…

Que portento…

Que grandioso…





VI




¡Cuerpo mío transparente!

Perfil en portal del fuego…


Llave que oculta entre perlas aparece,

desliza de Isis velo…


¡Que acuarelas por anden de las circunstancias del hombre,

fecunden el cuerpo tierra alzado…!


…Y el deseo celosamente guardado…

Fructifique




VII




Y entre oscuros claros elementos del entorno,

en transparencias ante la pregunta cierta.


Tú;


Relámpago a tierra allegado,

te haces de la incógnita latente;


…Que magno abrazo…

…Que severa consistencia…

…Que fuerza, que certeza…


Cual río caudaloso en su ligereza,

lo incierto descompones,

y como el mejor de los verdugos

residuos arrojas por pendientes;


¡Oh duda!


¡Eres los zapatos de la muerte!




VIII




Llegan a mí

salidas de una sola existencia

tantas voces…



¡Debes seguir los caminos trazados!


Enredaderas lo demás, alejan de la verdad,

las cosas son como nosotros decimos…


Y de tal egoísmo,

descubrí en mi mismo

raíces tortuosas,

espiritualismo, materialismo,

de carne mía viva

indomable en el bullicio…


¡Haz de tu vida lo que quieras,

estaré contigo!…


¡En otras voces de ultratumba adheridas al ombligo!




IX




Con el corazón henchido del contacto trino

las huestes que en el éter moran

festejan triunfo momentáneo

que se les otorga…


Y me río de mi mismo,

y lloro la gracia de tal ventura…


De la cintura;


¡El cinturón de la locura corto,

y espada justa tomo en la tortura!


Así;

En desafío libre, soberano,

blando afilado acero al cielo,

dibujo el corte de la apertura

y grito en el asalto,

desde penumbra misma que nacer me vio;


¡Yo soy el camino, verdad y vida de mi mismo!




X




¡Quien busque en estos ojos, un reflejo!


¡Aleje sus tesoros de mis dominios!


Todo esta dentro y fuera de mí

lleno de instantes,

y me burlo poder del egoísmo,

preso dictador consumidor

que te crees dueño del si mismo…


He contemplado y palpado

el desvío de las aguas en tu antojo,

sin considerar que pinta en el rostro

sed del árbol moribundo.




XI




He de repasar el cuento que reclama,

cual infante bebe pecho que amamanta.



Hay magnética esfera

en ciudad que arde,

como llamas de volcán

son columnas que le paren,

para gozar su influjo necesario es aislarse

justo donde sonido,

es máxima expresión del arte…


Y otra voz que me persigue,

Y sin darme tregua, insiste…


¡Para vivir en este mundo haz de ser autosuficiente, solo así existes!


Desnuda ante mí,

muestra su decoro en el orgullo de su tono,

fruto de un pasado presente

de ignorancia probo.




XII




Y viví un mundo independiente,

donde cada uno a lo suyo,

siguiendo esa voz que sugería,

rápidamente descubrí

lo corto de su dicha,

imposible ignorar delicias,

en besos, en caricias…


¡Y que del abrazo total de ella cuando mima!

¡Que unidad del alma!

¡Que conciencia de lo Divino que vigila!


No es posible separar,

Aquello que es un solo cuerpo,

en otras instancias de la vida misma,

lo superior no acepta cambios,

que a lo inferior como es lógico indigna,

amparado en sufrimiento

impuesto por ignorancia

señoreando como diva…




XIII




Es el tiempo espacio,

cascada de ensueños, sueños y vigilias…

anhela mi corazón tu sustancia,

tu compañía…


Vivirte distante,

así,

como ajena,

de la nada desvistiendo ambrosía

que resbala en seda,

impregnando cuerpo mío

que el tuyo extraña…


Porque ame un día

considero esto un duelo,

profundo,

interno…


¿Lo sabias?


Voy hilvanando la piel

en los cuerpos de mis besos,

para sentidos ordinarios

simples recuerdos;


Para los otros…


¡Compendio de compendios…!




XIV




Cuando llegue la hora,

no tendré invitados especiales


¡He vivido!


De las entrañas brotaron

todas las cosas

y cuando las mire

en todas eras tu…


Siempre es gracioso todo lo que existe,

y actuar en todas las historias…


A veces suelo ser iracundo,

solo para gozar en lo interno

reacción de temor que inspiro en los otros;


Me agrada…


Es que voy tranquilo a los efectos;


Aunque distinto y complacido,

según la ocasión…




XV




Quiero contarte algo que fue mi secreto…

Cuando saber como estás,

deseo;


Miro al cielo,

éste cuenta lo que quiero…


¡Nunca ha equivocado su mensaje!


¡Es él un informante perfecto!


Lo complejo es,

cuando enredado yo en las apariencias

olvido el password, o la clave

de entrada a su contexto…


¿Imagino, ello gustarías balbucear…?


¡Y no te haré esperar

pensando es bueno,

saber también de ti,

un poco más…!




XVI




Haz de conocer si,

que un grado de dificultad su uso posee,

debes en esto considerar intención original…


Todo comienza con primera vocal

que ligando va,

a consonante que inicia el mar

jugado con esfera de la voz,

que su paso cerrado ve,

por nombre de Dios egipcio

que de su costado

el alfa hace desaparecer…


Si con el tiempo logras entrar,

recomiendo, mires a eso del medio día,

tremenda algarabía…


¡Sin importar estaciones que afecten por desidia!




XVII




Se que ahora tu Alma es a tono con la mía


¡Hombre o mujer a tu corazón, habré llegado!


Déjome vagar en instancias de un desvelo,

era noche de truenos y relámpagos,

a campo abierto emergió del cielo…


Imágenes difusas fueron abriendo,

y en luces de otro mundo nuevamente


¡Tú!


Si,


Celosamente guardada iba,

esencia que no dejaba cantar

reteniendo en corazón impulso

a romance tan particular.



¡Tu energía conciente Soy!




XVIII




Que refulgente,

que luminosidad en el silencio…


¡Ese todo mío sin pertenencia en una chispa viviendo…!


Fluyen las potencias en una dirección,

abarcando al limite, exquisita visión…


Que sonido…


¡Que inconmensurable prisión!


Tu eres yo…


¡Pensamientos, Sentimientos, una sola expresión,

y en la calavera nido de su voz!

Amor...




XIX




Ya no es necesario busque palabras

en tiendas de finito encaje,

elevo manos al espacio,

cierro persianas del nido,

descanso en el destello,

y digo…


¡Yo Soy luz aquí!


Y en el inconfundible laberinto permanente,

la raíz del eterno verbo,

cual libélula en florida tarde,

despliega a su ritmo

el mágico trance…


¡Y si me dice en su aleteo vive a tu modo…!


Río el encuentro en la tierra, como en el cielo…


¡Uno ahora somos, ya no solo tras el velo!




XX




Y por ser una realidad permanente tal vuelo…


Vaya mi canto a ti,

incógnito microcosmos viajero…


Como vez dejo de ser un parecer…


Hombre mujer,

en tus manos el anhelo…


Lo que sigue es vuestro,

solo si entre noche y día

encuentran en lo que describo

sus propios argumentos…


¡Oh duda!


¡Eras los zapatos de la muerte!




Próximo libro




XXI




Era el carbón de la tierra mía,

como nocturno invierno en la araucanía…


Cual minero perdido que en profundidades,

vio brillo,

destello palpitante de escultura viva,

en pachamama indígena


A ciegas por caminos

busque un rubí

también viaje en un átomo

escondido en la matriz…


Y día a día cuando en su deshojo,

el árbol, semillas regala,

en la esencia de su acto

una mano amiga le agasaja…


Y vamos tocando sin querer,

un arpegio,

llamado silencio por doquier…


¿Oh cuando al otro mundo en sueño vas, sabes el sonido que darás?


¿Y de vuelta acá, logras las notas que sin querer haz de guardar?