Dedicatoria
Según concibo las cosas, y en ejercicio de mi derecho a través de este vehiculo, deseo dedicar las paginas de este libro a quienes en silencio esperan por el, y por los que me conocen y han sugerido su publicación.
Vaya para ellos mi afecto fraternal y que disfruten el encuentro, sea este un acontecimiento que les acerque un poco más a la naturaleza de las cosas que todo ser humano está llamado a vivir en algún momento de su historia particular en este viaje terrestre...
Agradecimientos
A todos los adeptos en el “Amor”, que en su cordura, han permitido que éste modo de ser mío constate en la relación Espíritu-Materia, el verdadero Ente generador en su trabajo creador en este sistema.
Maht
Introducción
En la presente edición he pretendido sintetizar en una serie de poemas, el impulso atesorado de cierta energía y fuerza por esta vestidura pasajera, en nave sideral también itinerante llamada tierra.
Las experiencias planteadas en los versos, son una realidad parcial en este plano, y puede ser percibida solo gracias a un trabajo de investigación seria, por cualquier ser humano que se lo proponga. Y si bien las imágenes no son transferibles como estado de conciencia a quienes lean esta selección, no cabe duda que es un instrumento más, para el despertar de nuevas vías de desarrollo en todos aquellos que estén pasando, una etapa de cambios que altera su acontecer acostumbrado.
Existe indestructible unidad en el texto, y servirá seguramente, entre otras cosas, como hilo conductor de crédito y descrédito por aquellos aferrados a viejos dogmas con los cuales se encadena el pensamiento y sentimiento humano.
Tomo, lo último descrito, como una necesidad de la creación, sin importar el resultado o aceptación de lo planteado, ya que la dualidad es para mi, en realidad el vehiculo de manifestación del Ser y Hacer en este globo, y en la comprensión de su naturaleza, esta el paso a una más completa realización del individuo.
Maht
I
Hambrienta en el camino mi vida abre sus labios,
Y como se allegan roces…
De tantas formas los besos degusta,
cuando el silencio acuña sus sombras
que con sencillez del niño que juega en remolinos,
dejo al viento lleve mis palabras…
Fue la infancia como una selva,
un enjambre de ilusiones desatadas,
dolores y sonrisas,
incauto en las circunstancias,
que en apariencia la vida regala…
¡Así, avanza el destino en la invisible
II
El sino junto las ansias
¡Ambulante abismo, todo un encuentro!
Sin saber el porque del nombre
corrí por las calles de la muerte,
en vorágine de espejismos…
Y de mis amigos que no existen
Diré;
Como les Amo,
ustedes mis caricias alocadas,
sentido oculto,
mis sienes quemadas…
Y en las cenizas el Alma compungida,
III
¡Vida!
En la comisura de tu boca
brillan las estrellas,
y los dientes en cielo nebuloso
mastican las sombras…
Y en estos ojos moros
tejidos de historia,
iridiscente suma total de un añejo
del ahora futuro presente que reboza.
¡Tabernáculo que fenece por tiempos es mi credo!
¿Qué hombre en mi mora,
IV
He de seguir senda invisible,
su canto silente,
cual llanto sonoro de un huérfano terrestre…
Adherido en la agonía de la estirpe,
en pequeña muerte de tu pecho,
arrebaté la vida en goce por tus cimas,
naturalmente…
Caí… Caí… Caí,
en la bruma del saber;
¡Sol Cristhos!
Más allá de la rosa de los vientos
Caí… Caí… Caí,
en el encanto de la luz;
Soy
creador en tinieblas encantadas
de la nada,
Dios
V
Tu bien, en siete estancias mi mal,
en siete apariencias tu mal, mi bien;
¿Quien duda?
¡Al espacio que miraba, pregunté!
El viento reía,
y sensuales nubes desvestía
sin ningún recato,
presurosas éstas,
montadas una sobre otra,
fundíanse a plena luz del día,
en el amor yacían…
Solsticios,
plenilunios,
sicigias,
en pómulos blancos montañosos
formando rostros…
¡Faces todas de lo luminoso!
Que vitalidad…
Que portento…
Que grandioso…
VI
¡Cuerpo mío transparente!
Perfil en portal del fuego…
Llave que oculta entre perlas aparece,
desliza de Isis velo…
¡Que acuarelas por anden de las circunstancias del hombre,
fecunden el cuerpo tierra alzado…!
…Y el deseo celosamente guardado…
Fructifique
VII
Y entre oscuros claros elementos del entorno,
en transparencias ante la pregunta cierta.
Tú;
Relámpago a tierra allegado,
te haces de la incógnita latente;
…Que magno abrazo…
…Que severa consistencia…
…Que fuerza, que certeza…
Cual río caudaloso en su ligereza,
lo incierto descompones,
y como el mejor de los verdugos
residuos arrojas por pendientes;
¡Oh duda!
¡Eres los zapatos de la muerte!
VIII
Llegan a mí
salidas de una sola existencia
tantas voces…
¡Debes seguir los caminos trazados!
Enredaderas lo demás, alejan de la verdad,
las cosas son como nosotros decimos…
Y de tal egoísmo,
descubrí en mi mismo
raíces tortuosas,
espiritualismo, materialismo,
de carne mía viva
indomable en el bullicio…
¡Haz de tu vida lo que quieras,
estaré contigo!…
¡En otras voces de ultratumba adheridas al ombligo!
IX
Con el corazón henchido del contacto trino
las huestes que en el éter moran
festejan triunfo momentáneo
que se les otorga…
Y me río de mi mismo,
y lloro la gracia de tal ventura…
De la cintura;
¡El cinturón de la locura corto,
y espada justa tomo en la tortura!
Así;
En desafío libre, soberano,
blando afilado acero al cielo,
dibujo el corte de la apertura
y grito en el asalto,
desde penumbra misma que nacer me vio;
¡Yo soy el camino, verdad y vida de mi mismo!
X
¡Quien busque en estos ojos, un reflejo!
¡Aleje sus tesoros de mis dominios!
Todo esta dentro y fuera de mí
lleno de instantes,
y me burlo poder del egoísmo,
preso dictador consumidor
que te crees dueño del si mismo…
He contemplado y palpado
el desvío de las aguas en tu antojo,
sin considerar que pinta en el rostro
sed del árbol moribundo.
XI
He de repasar el cuento que reclama,
cual infante bebe pecho que amamanta.
Hay magnética esfera
en ciudad que arde,
como llamas de volcán
son columnas que le paren,
para gozar su influjo necesario es aislarse
justo donde sonido,
es máxima expresión del arte…
Y otra voz que me persigue,
Y sin darme tregua, insiste…
¡Para vivir en este mundo haz de ser autosuficiente, solo así existes!
Desnuda ante mí,
muestra su decoro en el orgullo de su tono,
fruto de un pasado presente
de ignorancia probo.
XII
Y viví un mundo independiente,
donde cada uno a lo suyo,
siguiendo esa voz que sugería,
rápidamente descubrí
lo corto de su dicha,
imposible ignorar delicias,
en besos, en caricias…
¡Y que del abrazo total de ella cuando mima!
¡Que unidad del alma!
¡Que conciencia de lo Divino que vigila!
No es posible separar,
Aquello que es un solo cuerpo,
en otras instancias de la vida misma,
lo superior no acepta cambios,
que a lo inferior como es lógico indigna,
amparado en sufrimiento
impuesto por ignorancia
señoreando como diva…
XIII
Es el tiempo espacio,
cascada de ensueños, sueños y vigilias…
anhela mi corazón tu sustancia,
tu compañía…
Vivirte distante,
así,
como ajena,
de la nada desvistiendo ambrosía
que resbala en seda,
impregnando cuerpo mío
que el tuyo extraña…
Porque ame un día
considero esto un duelo,
profundo,
interno…
¿Lo sabias?
Voy hilvanando la piel
en los cuerpos de mis besos,
para sentidos ordinarios
simples recuerdos;
Para los otros…
¡Compendio de compendios…!
XIV
Cuando llegue la hora,
no tendré invitados especiales
¡He vivido!
De las entrañas brotaron
todas las cosas
y cuando las mire
en todas eras tu…
Siempre es gracioso todo lo que existe,
y actuar en todas las historias…
A veces suelo ser iracundo,
solo para gozar en lo interno
reacción de temor que inspiro en los otros;
Me agrada…
Es que voy tranquilo a los efectos;
Aunque distinto y complacido,
según la ocasión…
XV
Quiero contarte algo que fue mi secreto…
Cuando saber como estás,
deseo;
Miro al cielo,
éste cuenta lo que quiero…
¡Nunca ha equivocado su mensaje!
¡Es él un informante perfecto!
Lo complejo es,
cuando enredado yo en las apariencias
olvido el password, o la clave
de entrada a su contexto…
¿Imagino, ello gustarías balbucear…?
¡Y no te haré esperar
pensando es bueno,
saber también de ti,
un poco más…!
XVI
Haz de conocer si,
que un grado de dificultad su uso posee,
debes en esto considerar intención original…
Todo comienza con primera vocal
que ligando va,
a consonante que inicia el mar
jugado con esfera de la voz,
que su paso cerrado ve,
por nombre de Dios egipcio
que de su costado
el alfa hace desaparecer…
Si con el tiempo logras entrar,
recomiendo, mires a eso del medio día,
tremenda algarabía…
¡Sin importar estaciones que afecten por desidia!
XVII
Se que ahora tu Alma es a tono con la mía
¡Hombre o mujer a tu corazón,
Déjome vagar en instancias de un desvelo,
era noche de truenos y relámpagos,
a campo abierto emergió del cielo…
Imágenes difusas fueron abriendo,
y en luces de otro mundo nuevamente
¡Tú!
Si,
Celosamente guardada iba,
esencia que no dejaba cantar
reteniendo en corazón impulso
a romance tan particular.
¡Tu energía conciente Soy!
XVIII
Que refulgente,
que luminosidad en el silencio…
¡Ese todo mío sin pertenencia en una chispa viviendo…!
Fluyen las potencias en una dirección,
abarcando al limite, exquisita visión…
Que sonido…
¡Que inconmensurable prisión!
Tu eres yo…
¡Pensamientos, Sentimientos,
y en la calavera nido de su voz!
Amor...
XIX
Ya no es necesario busque palabras
en tiendas de finito encaje,
elevo manos al espacio,
cierro persianas del nido,
descanso en el destello,
y digo…
¡Yo Soy luz aquí!
Y en el inconfundible laberinto permanente,
la raíz del eterno verbo,
cual libélula en florida tarde,
despliega a su ritmo
el mágico trance…
¡Y si me dice en su aleteo vive a tu modo…!
Río el encuentro en la tierra,
¡Uno ahora somos, ya no solo tras el velo!
XX
Y por ser una realidad permanente
Vaya mi canto a ti,
incógnito microcosmos viajero…
Como vez
Hombre mujer,
en tus manos el anhelo…
Lo que sigue es vuestro,
solo si entre noche y día
encuentran en lo que describo
sus propios argumentos…
¡Oh duda!
¡Eras los zapatos de la muerte!
Próximo libro
XXI
Era el carbón de la tierra mía,
como nocturno invierno en la araucanía…
Cual minero perdido que en profundidades,
vio brillo,
destello palpitante de escultura viva,
en pachamama indígena
A ciegas por caminos
busque un rubí
también viaje en un átomo
escondido en la matriz…
Y día a día cuando en su deshojo,
el árbol, semillas regala,
en la esencia de su acto
una mano amiga le agasaja…
Y vamos tocando sin querer,
un arpegio,
llamado silencio por doquier…
¿Oh cuando al otro mundo en sueño vas,
¿Y de vuelta acá, logras las notas que sin querer haz de guardar?